Hoy tratamos un tema de sensibilidad humana y reconocimiento a la dignidad de las personas: el término ‘disminuidos‘ será sustituido por el de ‘personas con discapacidad’ del artículo 49 de la Constitución Española.
Hablamos de un principio de acuerdo entre los bloques parlamentarios para el que se espera el máximo consenso e incluso unanimidad. Es también una reclamación histórica de muchas entidades sociales y, desde 2018, una iniciativa sobre la mesa del Parlamento.
Puede parecer un asunto meramente formal, pero es mucho más. Porque la evolución del lenguaje refleja directamente la evolución de la mentalidad de la sociedad. Hemos desterrado del vocabulario términos como ‘disminuido’ o ‘minusválido’. Incluso la palabra ‘discapacitado’ ha caído en desuso, siendo progresivamente reemplazada por ‘persona con discapacidad’, expresión que indica la circunstancia o estado de dicha persona, pero no la califica.
Hablemos, pues, con propiedad y sentido de la dignidad. Partamos del principio de que todos somos personas y que una circunstancia no puede sustantivarnos. Así de sencillo.
¿Qué hay detrás de un cambio de terminología?
Decíamos que un cambio en el lenguaje va asociado a un cambio de mentalidad. Pero en este ámbito de conquistas sociales en el que nos movemos dentro del Tercer Sector, denota algo más: afinamos la terminología porque sentimos un compromiso. Y aceptamos así el reto de cambiar la forma y el fondo simultáneamente.
Desde Fundación Aon España defendemos que el compromiso no pesa, sino que te da alas. Es estímulo, proyecto vital, satisfacción por los logros conseguidos y, sobre todo, es un camino que se hace siempre en muy buena compañía. El voluntariado es un claro ejemplo de lo que es asumir un compromiso con un “extra” de impulso motivacional; ese apoyo que el resto de los voluntarios te brinda siempre. Gracias, de corazón, a todas estas personas comprometidas.