La autoestima es un concepto que tiene que ver con la valoración que se hace sobre uno mismo, no sólo de las capacidades y cualidades sino también de todo lo relacionado con el aspecto físico. Esta evaluación propia depende de dos punto de vista diferentes, uno es “que pienso yo que los demás opinan sobre mi” y el otro es ”que pienso yo sobre mí mismo”.
La personas con discapacidad pueden presentar problemas de baja autoestima, esto puede originar dificultades a la hora de establecer relaciones interpersonales. No debemos olvidar que poseer una imagen propia correcta es considerado como un factor fundamental para poseer una adecuada adaptación social y emocional.
Las personas que poseen una alta autoestima se relacionan mejor socialmente, toman la iniciativa a la hora de organizar planes, disfrutan de la compañía de los otros… En cambio si se tiene una baja autoestima se puede tender al aislamiento.
Siempre es necesario trabajar esta imagen propia cuanto antes, más aún en aquellas personas que sabemos que tiene un mayor riesgo de poseer una autoestima baja, como en el caso de las personas con alguna discapacidad. Aquí debería ser una prioridad desde que son muy pequeños.
Los niños con alta autoestima aprende mejor porque emocionalmente están más feliz. Saben expresar y reconocer con más facilidad sus emociones y sentimientos. Los expresan con más naturalidad y aprenden a regularlos para sentirse mejor, también son más responsables y autónomos, y poseen mayor creatividad. Para nosotros, lo más importante, es que son niños más felices que aquellos que no la tienen y con eso ya es suficiente para considerar a la autoestima como un aspecto esencial a reforzar en las personas con discapacidad.