Cómo afectan las catástrofes al sector hostelero

Hostelería y cambio climático

Cambio climático y desastres naturales

El negacionismo del cambio climático está en recesión. Lo sucesivos temporales que azotan el planeta con virulencia -incluso a España, tradicionalmente fuera de las regiones de mayor impacto- han llevado el debate del cambio climático a la primera plana de la actualidad. Y gran parte de la opinión pública considera que existe una relación causa-efecto entre una atmósfera alterada por la acción del ser humano y los fenómenos meteorológicos extremos: temporales, huracanes, ciclones, tornados, lluvias torrenciales e inundaciones…

Hay que remontarse casi cuatro décadas atrás para hallar las primeras voces de alarma sobre esta situación. Kerry Emanuel, profesor de meteorología y catedrático del MIT (Massachusetts Institute of Technology), advertía en los años ochenta que “los huracanes serán más frecuentes e intensos a consecuencia del aumento de temperaturas a nivel global”.

Dorian y Gloria impactan al turismo en Bahamas y España, respectivamente

Hoy sabemos que huracanes y ciclones son las dos catástrofes naturales que mayor impacto económico y de pérdidas aseguradas han causadodurante 2019. Y más concretamente, en zonas donde el turismo es uno de los sectores principales de la economía. Analicemos los casos de Bahamas y España.

Dorian, huracán de categoría 5, causó daños en las Bahamas, cuyas pérdidas se estiman en torno a los 5600 millones dólares, y de los que 4000 millones estaban asegurados.

A nivel local, aún resuenan los ecos de la temporal Gloria en el litoral mediterráneo español. Si bien llegó a España desde el Atlántico Norte, cruzando el norte como frente débil, fue en la costa mediterránea donde se intensificó provocando cuantiosos daños en Baleares, Cataluña y Levante. 21 millones de euros es la cantidad estimada para reparar los percances, solo en el litoral catalán.

Con las vacaciones de Semana Santa a la vuelta de la esquina, chiringuitos y comercios en primera línea de playa se afanan en rehabilitar sus locales para atender a la primera gran oleada turística de 2020. Es momento de reparar daños, pero también de tomar medidas en la prevención de desastres naturales. A continuación. algunas recomendaciones básicas.

Recomendaciones a la industria turística ante los desastres naturales

PROTECCIÓN DE LAS INSTALACIONES

Revisión de las estructuras y los materiales con los que han sido construidos los locales. Concretamente, las ventanas han de ser resistentes a los impactos, y los techos, resistentes a los fuertes vientos.

INTERRUPCIÓN DEL NEGOCIO Y LUCRO CESANTE

Como comentábamos en relación al paso de Gloria por las costas españolas, algunos negocios se ven obligados a cerrar temporalmente. En previsión de situaciones como esta, existe el denominado seguro de pérdida de beneficios o lucro cesante, que cubre los gastos posteriores a un siniestro derivado de daños de carácter extraordinario.

COMUNICACIÓN DE SINIESTRO A LA COMPAÑÍA DE SEGUROS

El paso obligado tras una catástrofe natural es la reclamación al seguro por daños materiales y/o físicos, si los hubiere. Al margen de las ayudas institucionales para casos excepcionales como los que estamos tratando -ayudas que tardan meses o incluso años en materializarse- las indemnizaciones pagadas por las compañías de seguros son esenciales para proseguir con el negocio. El año pasado, el 93% de estas indemnizaciones correspondieron a riesgos naturales.

SEGURIDAD DE LAS PERSONAS

Un huracán puede forzar a un hotel a alojar y cuidar de sus huéspedes por más tiempo del previsto en la reserva. La seguridad de los clientes y del personal del establecimiento es una obligación del empresario.

SISTEMAS DE ALERTA

En países donde los desastres naturales son, por desgracia, frecuentes, rigen estos sistemas, En México, por ejemplo, existe el Sistema de Alerta Temprana para Ciclones Tropicales.  Se trata de protocolos, manuales de actuación, planes de evacuación y zonas habilitadas para el refugio de personas, y siempre dirigidos por personal formado en catástrofes.

Por último, una consideración importante para el sector hostelero: los fuertes temporales en España ya no son una excepción. Revisar las coberturas de la póliza de seguros y “asegurarse” del alcance de estas ante fenómenos meteorológicos extremos es casi una obligación para el empresario turístico.

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