A las puertas del verano, vemos con esperanza cómo el sector turístico retoma poco a poco su actividad en España. La crisis sanitaria del Covid-19 trajo consigo un prolongado cierre de establecimientos, seguido de estrictas limitaciones de aforo y horarios.
La hostelería afronta así la temporada estival 2021, un año en el que el impacto del temporal Filomena despunta como el hecho más destacado en lo relativo a catástrofes naturales. Si bien, al haberse producido este temporal en enero, con el turismo inactivo, no ha causado incidencias reseñables en el sector.
Hoy queremos analizar cómo afectan las catástrofes al sector hostelero, al tiempo que subrayamos, una vez más, la relación causa-efecto entre el cambio climático y los desastres naturales.
Cambio climático y desastres naturales
El negacionismo del cambio climáticoestá en recesión. Lo sucesivos temporales que azotan el planeta con virulencia -incluso a España, tradicionalmente fuera de las regiones de mayor impacto- han llevado el debate del cambio climático a la primera plana de la actualidad. Y gran parte de la opinión pública considera que existe una relación causa-efecto entre una atmósfera alterada por la acción del ser humano y los fenómenos meteorológicos extremos: temporales, huracanes, ciclones, tornados, lluvias torrenciales e inundaciones…
Hay que remontarse casi cuatro décadas atrás para hallar las primeras voces de alarma sobre esta situación. Kerry Emanuel, profesor de meteorología y catedrático del MIT (Massachusetts Institute of Technology), advertía en los años ochenta que “los huracanes serán más frecuentes e intensos a consecuencia del aumento de temperaturas a nivel global”.
Recomendaciones a la industria turística ante los desastres naturales
PROTECCIÓN DE LAS INSTALACIONES
Revisión de las estructuras y los materiales con los que han sido construidos los locales. Concretamente, las ventanas han de ser resistentes a los impactos, y los techos, resistentes a los fuertes vientos.
INTERRUPCIÓN DEL NEGOCIO Y LUCRO CESANTE
Ante el impacto de los desastres naturales, algunos negocios se ven obligados a cerrar temporalmente. En previsión de situaciones como esta, existe el denominado seguro de pérdida de beneficios o lucro cesante, que cubre los gastos posteriores a un siniestro derivado de daños de carácter extraordinario.
COMUNICACIÓN DE SINIESTRO A LA COMPAÑÍA DE SEGUROS
El paso obligado tras una catástrofe natural es la reclamación al seguro por daños materiales y/o físicos, si los hubiere. Al margen de las ayudas institucionales para casos excepcionales como los que estamos tratando -ayudas que tardan meses o incluso años en materializarse- las indemnizaciones pagadas por las compañías de seguros son esenciales para proseguir con el negocio. En 2019, el 93% de estas indemnizaciones correspondieron a riesgos naturales.
SEGURIDAD DE LAS PERSONAS
Un huracán puede forzar a un hotel a alojar y cuidar de sus huéspedes por más tiempo del previsto en la reserva. La seguridad de los clientes y del personal del establecimiento es una obligación del empresario.
SISTEMAS DE ALERTA
En países donde los desastres naturales son, por desgracia, frecuentes, rigen estos sistemas, En México, por ejemplo, existe el Sistema de Alerta Temprana para Ciclones Tropicales. Se trata de protocolos, manuales de actuación, planes de evacuación y zonas habilitadas para el refugio de personas, y siempre dirigidos por personal formado en catástrofes.
Por último, una consideración importante para el sector hostelero: los fuertes temporales en España ya no son una excepción. Revisar las coberturas de la póliza de seguros y “asegurarse” del alcance de estas ante fenómenos meteorológicos extremos es casi una obligación para el empresario turístico.