El 27 de enero de cada año la UNESCO rinde tributo a las víctimas del Holocausto. En esta fecha se conmemora la liberación en 1945 por las tropas soviéticas del campo de concentración y exterminio nazi de Auschwitz-Birkenau.
Durante la Segunda Guerra Mundial, el régimen nazi y sus colaboradores asesinaron a unos seis millones de judíos, en un intento de aniquilar sistemáticamente a la comunidad judía de Europa. Al igual que judíos, también fueron perseguidos y asesinados otros grupos como gitanos, minusválidos, opositores políticos, homosexuales, etc.
El Día Internacional de este año tiene por tema “Educar para el futuro: La función de los emplazamientos históricos y los museos en la educación relativa al Holocausto”.
No podemos olvidar esta parte de nuestra historia reciente, con el fin de que no se vuelva a cometer semejante atrocidad contra los derechos humanos. Como ya decíamos, este año el tema es la educación, pues solo mediante esta podemos proteger la paz y la estabilidad con el fin de prevenir que hechos similares ocurran en un futuro.
Como reza el dicho “Quien no conoce su historia está condenado a repetir sus errores”. Es así como recordar el genocidio nazi nos puede ayudar a luchar contra el racismo y el antisemitismo. Dado que cada vez quedan menos supervivientes de esta negra época, el papel de los museos y de los sitios relacionados con estos hechos se convierte en imprescindible como testimonio de lo que ocurrió.
“Quienes niegan o relativizan los crímenes del Holocausto tratan de perpetuar las causas del genocidio y revivir la violencia. La educación sigue siendo el último bastión que nos protege de esta amenaza y es en este ámbito donde la misión de la UNESCO alcanza su máximo significado”. Irina Bokova, Directora General de la UNESCO
