El Día Internacional de la Acción contra el Sida se conmemora el 1 de diciembre de cada año, y se dedica a dar a conocer los avances contra la pandemia de VIH/sida causada por la extensión de la infección del VIH. Se conmemoró por primera vez el 1 de diciembre de 1988. Este año se conmemora con el lema “Levantemos las manos por la #PREVENCIÓNVIH».
Según datos de la ONU, en 2015, más de 36 millones de personas vivían con el VIH. Esto sigue siendo un importante problema de salud pública mundial, después de haberse cobrado más de 34 millones de vidas hasta ahora.
La Organización Mundial de la Salud presentó en julio de este año un proyecto de estrategia que promueve un enfoque centrado en las personas, basado en los principios de los derechos humanos y la equidad sanitaria. Los objetivos básicos de este proyecto son contribuir a reducir el número de nuevas infecciones por VIH y el de muertes relacionadas con este virus, y mejorar la calidad de vida de las personas infectadas.
Afortunadamente y gracias a los últimos avances médicos, el tratamiento con antirretrovirales hace que las personas infectadas puedan vivir más y mejor, a la vez que evita la transmisión del virus, por ejemplo de una mujer embarazada a su bebé. Más de 17 millones de personas ya tienen acceso a estos medicamentos, pero el objetivo es llegar al 100% de las personas que los necesitan.
Recordemos además que sida no es lo mismo que VIH, pues sida es el nombre de la enfermedad, mientras que la sigla VIH es el virus que la causa. Es decir, se puede ser portador del virus y no padecer nunca la enfermedad.
El VIH se puede transmitir por varias vías:
- Relaciones sexuales sin protección
- Transfusiones de sangre contaminada con el virus
- Intercambio de agujas, cuchillas u otros elementos cortantes
- Transmisión de madre a hijo, tanto durante el embarazo, como durante el parto o la lactancia materna.
No hay posibilidad de contagio por contacto con una persona que tenga el virus, es decir, se puede abrazar, besar, coger de la mano o compartir objetos personales. Es decir, una convivencia habitual en el hogar, en el trabajo o en la escuela no tiene peligro de transmisión.