Muchas veces en nuestra vida nos encontramos con personas que tienen una o varias discapacidades y en ocasiones, no sabemos cómo dirigirnos a ellas. Por eso hoy, desde el blog de Fundación Aon, os vamos a dar unas pequeñas pautas para que se normalice al máximo el tratar con personas con discapacidad.
En primer lugar, debemos tener en cuenta que es una persona, independientemente de su discapacidad. Se debe tratar a todas las personas con respeto, con un tono de voz normal y sin infantilizar nuestros comportamientos.
Antes de proporcionar ayuda a una persona con discapacidad, es importante preguntarle si necesita ayuda y en ese caso, qué clase de ayuda necesita. Centrarnos en las capacidades de las personas en lugar de centrarnos en las discapacidades hará del trato que tengamos hacia ellas algo más natural.
Tenemos que distinguir entre los tipos de discapacidades, y en base a ello, actuar de una manera determinada.
Si la persona tiene discapacidad auditiva:
- Sitúate frente a ella, y no te tapes la boca. Habla cuando la persona te esté mirando. Mantén la conversación fluida, sin pasar con rapidez de un tema a otro, y sé paciente.
Si la persona tiene discapacidad visual:
- Identifícate para saber que te diriges a ella. Intenta ser preciso en los mensajes que envías (es mejor decir “a la derecha” que “allí”). Describe el lugar donde se encuentra si se trata de un sitio nuevo o desconocido.
Si la persona tiene discapacidad mental:
- En este caso hay que tratar a las personas de acuerdo con su capacidad y no tener tanto en cuenta su edad. Se debe mostrar paciencia en las conversaciones, pues en ocasiones pueden ser más lentas de lo habitual. No sobreproteger es fundamental, al igual que anticipar los cambios que se vayan a producir.
Si la persona tiene discapacidad física:
- Si la persona tiene movilidad reducida, adaptaremos nuestro ritmo al caminar junto a ella. Si la persona está en silla de ruedas, y es posible, sentarnos ante ella es una buena opción para que las miradas estén a la misma altura. Ofrecerle nuestra ayuda y procurar que tenga al alcance todas las ayudas técnicas que necesite, como muletas o andadores.
En definitiva, hagamos entre todos que la inclusión en todos los aspectos de la sociedad de las personas con discapacidad sea una realidad.
Fuente: “Cómo dirigirse adecuadamente a las peronas con discapacidad”. Cermi, Comunidad de Madrid.