Vivimos tiempos en los que encontrar un trabajo estable no siempre es tarea fácil. Pues imaginad si además de todas las obstáculos, os encontráis con la dificultad añadida de tener alguna discapacidad.
Afortunadamente, cada vez más empresarios son conscientes de la importancia de la inclusión e integración de estas personas en el ámbito laboral y para ello, cuentan con la ayuda de diversas organizaciones que hacen que esta inclusión de la que hablamos se lleve a cabo de manera sencilla, natural y motivadora para todos.
Para ello, existe la figura del preparador laboral. Es una persona que se encarga de facilitar el acceso al empleo de las personas con discapacidad. En primer lugar, ayuda en la formación de la persona que por su discapacidad, tiene dificultades en encontrar un trabajo, asesorando y ayudando a encontrar la formación que mejor se adapte a las características personales de cada uno y que tenga un nivel de empleabilidad aceptable.
Cuando la persona discapacitada encuentra un puesto laboral, el preparador laboral se convierte en una especie de tutor que valora y aporta ideas y soluciones ante todas las casuísticas que se puedan dar en el entorno laboral.
Esta persona, el preparador, tiene un contacto permanente con la persona con discapacidad y sus compañeros mediante el cual se genera un clima de confianza que facilita la inserción sociolaboral de la persona con discapacidad en condiciones similares a las de cualquier otro trabajador.
Se ha demostrado a lo largo de los años que las empresas que contratan a personas con discapacidad valoran muy positivamente el trabajo que realizan, su compromiso con la empresa y el entusiasmo que aportan en el día a día.
Desde Fundación Aon España trabajamos y colaboramos con varias asociaciones que fomentan el empleo para personas con discapacidad, como es el caso de la Fundación A La Par, la Fundación Juan XXIII Roncalli o la Fundación Ranstad.