La historia de José Manuel Roas

Hoy os traemos una increíble historia de superación, cuyo protagonista es José Manuel Roas. Hace 18 años que nació su hijo Pablo. Pablo sufre parálisis cerebral y Síndrome de West, una enfermedad que altera su desarrollo psicomotor. Esto hace que Pablo viva postrado en una silla de ruedas, con graves crisis que afectan a su vida diaria.

Hace ya unos años que José Manuel Roas participa en maratones, pero no lo hace solo, sino empujando la silla de ruedas de su hijo Pablo y haciéndole partícipe de su deporte. Pablo disfrutó tanto la primera vez que su padre le llevó a correr, que decidieron que siempre irían juntos.

Desde el año 2014 ya han participado en seis maratones, incluso en el de Nueva York. Este padre ha dicho en declaraciones a la prensa que “Yo soy sus piernas, pero él es mi corazón. No se puede explicar con palabras lo que me hace disfrutar”.

A día de hoy, este padre sevillano no concibe salir a correr sin su hijo, ni siquiera cuando sale a entrenar. Nadie podría pensar que un chico con tantas limitaciones iba a participar en la maratón de Nueva York, pero el esfuerzo, la lucha y el tesón de esta familia han hecho que se rompan las barreras y que sea todo un ejemplo de la integración del deporte en las personas con discapacidad.

Por su solidaridad y su compromiso, se ha creado una petición en la plataforma de firmas Change.org para que se le otorgue el Premio Princesa de Asturias de los Deportes.

Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp

0 respuestas

  1. Buenas, mi hija también va en silla de ruedas por una enfermedad «rara» y una lesión medular. Sin embargo también corremos maratones pero quería preguntar si se han encontrado con dificultades para que les den permiso para participar en determinados maratones. A nosotros nos han denegado el derecho a participar en maratones como el de Donostia o el de Málaga. Y no entendemos por qué. Nos podrían ayudar? Gracias

    1. Lo sentimos muchísimo Adrià, pero no conocemos de primera mano cómo va el tema de los permisos.
      Te mandamos un abrazo afectuoso y mucha suerte en tu lucha.