Ya nadie pone en duda la importancia que tiene el deporte para conseguir un correcto desarrollo social y personal. El practicar un deporte no sólo es llevar a cabo una actividad física, si no que aporta otros beneficios como favorecer las relaciones interpersonales, mejorar la autoestima y la motivación … en definitiva conseguir un mejor desarrollo integral de las personas. Por este motivo, la práctica deportiva no debe ser algo exclusivo de unos pocos, si no que es un derecho universal, del que debería “beneficiarse” todo el mundo especialmente aquellas personas, o grupos, que se encuentran en una situación de vulnerabilidad social, ¡ellos son los que más lo necesitan!.
El deporte, además de ser muy valioso para el crecimiento personal, también se ha comprobado que es una herramienta idónea para conseguir la inclusión de los grupos en riesgo de exclusión social. Es una de manera de poner en contacto a personas con y sin discapacidad y, a través de este trato directo, su actitud hacia la inclusión se vuelve más positiva. Perciben que todos somos “iguales” y que todos podemos hacer las mismas cosas, siempre dentro de nuestras limitaciones y características personales.
Es importante destacar el papel fundamental que en este aspecto adquieren las escuelas. Desde Fundación AON trabajamos en esta línea, colaborando, junto con Fundación Deporte y Desafío, en la creación de escuelas deportivas que buscan la integración de personas con algún tipo de discapacidad.
Estamos seguros de que el deporte es una de las mejores vías para lograr la inclusión y por eso seguiremos apoyando proyectos de este tipo.