Desde Fundación AON trabajamos firmemente para fomentar la Responsabilidad Social Corporativa (RSC); esto queda reflejado en todos los actos en los que participamos y en los que intentamos difundir al máximo su contribución al desarrollo de una sociedad mejor.
Las empresas que tienen implementada una buena estrategia de RSC también pueden beneficiarse de una serie de ventajas competitivas entre las que queremos destacar las siguientes:
- Mejora del clima laboral: Con una estrategia de RSC correcta se consiguen efectos muy positivos en el grado de satisfacción de los trabajadores y, así mismo, su compromiso con la compañía también es más elevado.
- Incremento de la productividad: Cuanto más variados sean los equipos, y más diferentes las formas de pensar, se multiplican las posibilidades de encontrar soluciones a los problemas, además de ser éstas más innovadoras. Lo que repercute positivamente en la productividad laboral.
- Prevención de riesgos: La RSC ayuda a reducir los potenciales riesgos con los que pueden encontrarse las empresas. Por ejemplo mediante la creación de procedimientos responsables para la selección de proveedores, en los que, por supuesto, deben tenerse en cuenta las medidas medioambientales. De esta manera se pueden reducir las reclamaciones y conflictos judiciales.
- Ahorro energético: Uno de los objetivos que toda estrategia de RSC debe incluir son los medioambientales; dentro de los cuales quedan contenidas todas las medidas encaminadas a favorecer la eficiencia energética y el reciclado. Con este tipo de iniciativas no sólo se obtiene beneficios para el medio ambiente, si no que también se consigue un importante ahorro en términos económicos.
En resumen, las empresas, ya sean grandes, medianas o pequeñas, que incorporar a su labor diaria el principio de la RSC se vuelven más competitivas y, además, alcanzan un mejor posicionamiento en el mercado; sin olvidarnos de su contribución a la creación de una sociedad más justa e igualitaria.