La mayoría de nosotros conoce la música como algo que se percibe a través del sentido del oído, pero ¿qué ocurre con aquellas personas que tienen discapacidad auditiva? ¿Deben renunciar a la música? Nosotros creemos que no deben renunciar.
Gracias a la lengua de signos, son cada vez más los eventos donde tanto oyentes como no oyentes pueden disfrutar de conciertos de todo tipo de estilo musical.
Todo esto tiene una serie de ventajas, que son mayores aún en el caso de las personas con discapacidad. Está demostrado que la música inclusiva mejora el humor y la capacidad de atención, a la vez que reduce los niveles de ansiedad y estrés. En definitiva, sabemos que la música es una terapia para muchas situaciones y en el caso de las personas que tienen una discapacidad auditiva, aunque no oyen como el resto de las personas, sí perciben las vibraciones y sensaciones que la música proporciona. Por ello, la lengua de signos es una gran ayuda para además conocer la letra de las canciones.
Cada vez más artistas incluyen la lengua de signos en su repertorio a través de la inclusión de un intérprete de lengua de signos en sus videoclips; además hay muchas personas y asociaciones que a través de plataformas de vídeo tan conocidas como Youtube suben las canciones interpretándolas en lengua de signos.
Además de la propia lengua de signos, los intérpretes también realizan una expresión corporal y emocional bastante intensa, con el fin de intentar transmitir todas las emociones que nos puede transmitir una canción, haciendo que todas aquellas personas que tienen problemas de audición puedan pasar un rato agradable a través de algo tan inclusivo como la música.
La discapacidad auditiva (o de cualquier otra índole) no debe ser un impedimento para disfrutar de la música. Y es que la música puede ser una gran medicina para el alma.
