Las metas por las que trabajamos en Fundación Aon España se hallan a menudo interrelacionadas. Lo corroboramos al analizar el impacto de las catástrofes sobre nuestro valioso patrimonio histórico-artístico nacional.
El reciente IX Simposium del Observatorio de Catástrofes nos deja un sinfín de reflexiones de interés. Una de ellas es la interrelación que con frecuencia se da entre las áreas de actuación de Fundación Aon España -catástrofes, acción social, y arte y cultura- y que hoy se pone de manifiesto, una vez más.
La DANA que azotó Valencia el 29 de octubre, dejó a su paso la devastación que ya conocemos, pero también daños significativos sobre el patrimonio histórico-artístico. Monumentos y edificios emblemáticos del centro histórico de las localidades afectadas sufrieron inundaciones que comprometen su integridad estructural y estética.
En Algemesí son patentes los daños sobre la Iglesia de la Mare de Déu de la Salut, protegida por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad. En Alfafar se vieron afectadas la Iglesia Nuestra Señora del Don y el edificio del Sindicato Arrocero, protegido como Bien de Interés Cultural, así como la Fábrica de Chocolates Meivel, catalogado como Bien de Relevancia Local.
En otras localidades se han visto perjudicados edificios como la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario, en Llocnou de la Corona; la Iglesia parroquial Nuestra Señora del Socorro, en Benetússer; la iglesia Parroquial de Nuestra Señora del Rosario, en Sedaví; y la Iglesia de San Pedro Apóstol, en Massanassa.
Las administraciones locales y nacionales han activado medidas urgentes para mitigar los efectos, como la evaluación técnica inmediata, la asignación de fondos y la colaboración con expertos en conservación patrimonial. La Generalitat Valenciana ha habilitado un formulario online para la evaluación provisional de daños en bienes culturales, que cualquier ciudadano puede cumplimentar y enviar para su revisión por parte de la Administración. Asimismo, se están organizando iniciativas ciudadanas y de organizaciones culturales para acelerar la recuperación.
Un Plan Nacional de Emergencias y Gestión de Riesgos en Patrimonio Cultural
Este reciente desastre es un recordatorio del impacto que las catástrofes naturales tienen sobre el patrimonio histórico-artístico en España. Inundaciones, incendios forestales y otros fenómenos extremos han afectado recurrentemente estructuras y sitios de alto valor cultural. Y esto no solo daña físicamente los bienes, sino que también erosiona la memoria cultural y el tejido social asociado a ellos.
El cambio climático actúa como un factor amplificador de estos riesgos, intensificando la frecuencia y la magnitud de fenómenos extremos como las DANAs o los incendios forestales. España, con su rico y diverso patrimonio cultural, es especialmente vulnerable, ya que muchos de sus monumentos históricos están ubicados en zonas propensas a estos riesgos.
Es por ello que existe un Plan Nacional de Emergencias y Gestión de Riesgos en Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura, diseñado para prevenir, mitigar y responder ante emergencias que afecten el patrimonio. Este plan promueve la identificación de riesgos específicos para cada sitio, la capacitación de profesionales en gestión de emergencias y la colaboración interinstitucional para garantizar respuestas rápidas y efectivas.
La protección del patrimonio cultural frente a catástrofes requiere una visión integral que combine prevención, intervención rápida y restauración a largo plazo. Además, es fundamental concienciar a la sociedad sobre la necesidad de cuidar este legado, no solo como una responsabilidad hacia el pasado, sino como una herencia para las generaciones futuras.
