Cada 13 de octubre se celebra el Día Internacional para la Reducción del Riesgo de Desastres, con el objetivo de concienciar tanto a gobiernos como a la sociedad civil que es necesario adoptar medidas de carácter urgente si queremos paliar los daños que causan los desastres naturales, en una época en la que el cambio climático los está agravando de manera exponencial.
Este año es el 10º aniversario de esta celebración, pues hasta 2009 este día se conmemoraba como el Día Internacional para la Reducción de los Desastres Naturales, que se celebraba el segundo miércoles de octubre.
El tema que se ha elegido para el año 2019 es el siguiente: reducir el daño por desastre a la infraestructura crítica y la interrupción de los servicios básicos.
Sabemos que la prevención es la manera de minimizar los daños causados por las catástrofes o desastres. Disponer de infraestructuras sólidamente construidas, por ejemplo, puede minimizar los daños en caso de terremoto o tsunami. Para ello, es fundamental que los gobiernos tanto nacionales como autonómicos, provinciales y locales deben trabajar juntos para prepararse y tener una respuesta efectiva ante la posible aparición de fenómenos que puedan poner en riesgo la vida de las personas y causar serios daños a las infraestructuras.
Los científicos advierten de la posibilidad de que cada vez ocurran más fenómenos meteorológicos extremos y que suponen grandes pérdidas económicas y, lo que es peor, humanas.
Afortunadamente, cada vez es mayor el grado de sensibilidad con respecto a este tema y se multiplican los esfuerzos para crear una sociedad más resiliente frente a las catástrofes.
El Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015-2030, que se adoptó en 2015, se centra en proteger la vida de las personas y en las acciones que se deben tomar ante posibles catástrofes. Se centra en 7 objetivos:
- Reducir la mortalidad mundial.
- Reducir el número de personas afectadas.
- Reducir las pérdidas económicas.
- Reducir los daños en infraestructuras vitales e interrupción de los servicios básicos, como la salud y la educación.
- Incrementar el número de países con estrategias de reducción de riesgos de desastres.
- Mejorar la cooperación internacional.
- Incrementar la disponibilidad de los sistemas de alerta temprana.
Uno de los tres fines de la Fundación Aon España es la previsión, investigación, asistencia y continuidad en caso de grandes catástrofes naturales, accidentales o por cualquier causa, que ocurran en territorio español, con especial atención a los grupos más desfavorecidos y desprotegidos, y el Observatorio de Catástrofes es el instrumento para alcanzar ese objetivo.