Objetivo: reducir la Brecha de Protección del Seguro frente a catástrofes

A nivel de organización es obligatorio tener un Plan de Autoprotección.

La BPS o Brecha de Protección del Seguro es un concepto que cobra actualidad tras el impacto de una catástrofe. Se denomina brecha porque, literalmente, abre de forma disruptiva una distancia entre los bienes siniestrados y los debidamente asegurados.

En el sector asegurador es un concepto tan conocido como preocupante. Hablamos de la Brecha de Protección del Seguro (BPS), que abarca la diferencia entre la cobertura esperada o exigida y la realmente contratada. Es decir, es la parte de pérdidas económicas no cubiertas por el seguro, que en el caso de desastres naturales son muy cuantiosas.

Hoy, a nivel global, la brecha de protección ante catástrofes naturales supera los 250.000 millones de dólares. Es la cifra resultante de restar 100.000 millones de dólares de pérdidas aseguradas, a los 350.000 millones de dólares de pérdidas económicas totales.

A nivel nacional, manejamos las cifras publicadas en noviembre de 2023 en el Barómetro de las Catástrofes en España 2022 de Fundación Aon. Cifras como el coste de casi 2.900 millones de euros por las catástrofes ocurridas en nuestro país en 2022. Datos como la vulnerabilidad de nuestro sector agrícola, donde más de la mitad de los 1.500 millones de euros que estaban asegurados en 2022 fueron cubiertos por Agroseguro. O en términos de empleo, la pérdida de 25.000 puestos de trabajo como consecuencia de estos desastres.

Este panorama dibuja en España una brecha de cobertura de aproximadamente un 49%, cifra que conlleva un riesgo de falta de protección demasiado alto, y que contribuye a paliar el Consorcio de Compensación de Seguros. Recordemos que esta entidad, socio del Observatorio de Catástrofes de Fundación Aon España, indemniza los daños producidos por fenómenos naturales o derivados de hechos de incidencia política o social, a condición de tener suscrito un seguro para las personas o bienes afectados.

Inculcar una cultura del aseguramiento es fundamental en la tarea colectiva de ir reduciendo esa brecha o gap. En este sentido se manifestaba la presidenta de UNESPA, Pilar González de Frutos, al exponer la misión del seguro ante fenómenos climáticos en la Conferencia-Coloquio del Observatorio de Catástrofes de la Fundación Aon España: “El estudio de aquellas bolsas de no-aseguramiento que tenemos en nuestra sociedad y en nuestra economía tiene más capacidad de crecimiento cuando más asegurado está, por lo que para que nosotros podamos hacer nuestro trabajo, es necesario que la persona expuesta a un riesgo haga el suyo antes asegurándose”.

Es prioritario, por tanto, reducir la Brecha de Protección del Seguro. Es un objetivo que clama como una voz unánime en el sector, y más aún tras el preocupante incremento de la brecha en solo un año: del 58% en 2022 al 69% en 2023, a nivel mundial, según el informe de Aon “2024 Weather, Climate and Catastrophe Insight Report”.

Qué podemos hacer a nivel personal y profesional: Plan de Autoprotección

Aunque la inmensa mayoría de las catástrofes son imprevisibles, desde Fundación Aon siempre abogamos por la prevención para aminorar su impacto. A nivel personal, es crucial tener en vigor los seguros básicos: vida, hogar y vehículos, que, por una cuota asumible, nos previene del riesgo de tener que abonar indemnizaciones y reparaciones muy cuantiosas, en caso de siniestro.

A nivel profesional, lo más sensato es diseñar un Plan de Autoprotección. Dicho plan se materializa en un documento que establece las medidas y acciones que una entidad, ya sea empresa, institución o cualquier organización, debe llevar a cabo para prevenir, mitigar y controlar los posibles riesgos y amenazas que puedan afectar la seguridad de las personas, el medioambiente y los bienes. Es un principio fundamental en situaciones de emergencia, como incendios, inundaciones, seísmos, entre otros.

Obviamente, no basta con tener dicho documento. Es crucial que el personal de la organización conozca las acciones establecidas por el plan, y así saber cómo reaccionar en caso de que la emergencia se haga presente.

Por último, recordamos que en España rige la Norma Básica de Autoprotección de centros, establecimientos y dependencias. Si eres empresario o responsable de la sede de una organización, ¡no olvides actualizar los protocolos de tu Plan de Autoprotección!

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